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domingo, 27 de mayo de 2018

Puré hindú de legumbres


Este mes asaltamos a Maggie, una holanduza que me ha puesto difícil elegir. Quería haberme marcado un buen puchero andaluz, pero no tengo por aquí morcilla. Al final, como a mí también me gustan las especias y los sabores asiáticos, me decanté por su sopa hindú de legumbres. Peeero como a mi vikingo le gustan más bien poco las legumbres, convertí la sopa en un puré, porque así se centra en el sabor y ya no le molestan tanto las legumbres. Funcionó el truco, lo recomiendo también para niños ;)

Además, he de decir que Maggie prepara esta sopa con judías pintas, pero hoy han tocado judías (alubias) blancas porque eran las que tenía en casa. Nos salieron unas 4 porciones generosas.

Para la sopa:

  • 250 g de judías blancas
  • 125 g de garbanzos
  • 2 tomates
  • 1 cebolla
  • 2 cucharadas de pasta de curry (receta más abajo)
  • 1 cucharada de pasta de coco
  • Cilantro fresco al gusto
Para la pasta de curry:
  • 2 chalotas
  • 2 dientes de ajo
  • 1,5 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 1,5 cucharaditas de garam masala
  • 1,5 cucharaditas de cúrcuma
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de curry molido
  • 1/2 cucharadita de cilantro en polvo
  • 1/2 cucharadita de mostaza
  • 1 gundilla
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 4 cucharadas de aceite de oliva


La preparación:

1. La noche antes, ponemos las legumbres a remojo. Cuando vayamos a usarlas, las enjuagamos.



2. Yo lo hice en la olla rápida, así que primero calenté un poco de aceite en la olla, y le di unas vueltas a la cebolla y el ajo picaditos con un poco de sal. Añadimos la pasta de curry* y mezclamos bien.

* Para la pasta de curry simplemente batimos los ingredientes; para poder usar menos aceite, añadí 2-3 cucharadas de agua, que hicieron más fácil el batir los ingredientes.


3. A continuación incorporamos los tomates en trocitos, la pasta de coco y las legumbres. Cubrimos con agua y le damos 20 minutos. 

4. Transcurrido ese tiempo, añadimos cilantro fresco al gusto y trituramos. 



¡Buen provecho!

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domingo, 20 de mayo de 2018

Quesadilla andina


Este mes en el reto de Cocinas del mundo tenemos la libertad de escoger una receta del país Latinoamericano que queramos. Yo he decidido hacerle un pequeño homenaje a Venezuela y a su gente, porque pasan tiempos difíciles. 


Total, que elegir el país fue fácil, pero elegir la receta... ¡Qué dilema! Que si quesillo con caramelo, que si torta de pan, que si tequeños, quesadillas andinas, patacón, arepas, golfeados, tunjitas, tequeyoyos, chicha de arroz... 

Este mes tengo antojo de dulce, además el queso me priva y me traje hace poco anís de España, así que no me pude resistir a preparar a estas quesadillas, que nada tienen que ver con las populares quesadillas mexicanas. De hecho, estas son un postre. Eso sí, aviso que no es "dulce" como se entendería en Europa. Se hace con un tipo de queso bastante salado, así no es raro, pero en el resultado se nota un contraste cultural.

Como siempre, cada maestro tiene su librillo, y el relleno se puede hacer con clara de huevo batida o simplemente mezclando los ingredientes a mano. Yo me he inspirado en esta, estaesta y esta receta. Soy más de salado que de dulce y, además, no soy experta en masas, pero con ayuda de la fuerza de mi vikingo, salió bien. En casa las disfrutamos con mermelada. Lo normal sería de guayaba, pero si no la tienes, pues la que más te guste ;)

Para la masa:

  • 400 g de harina de trigo
  • 45 g de mantequilla
  • 1 huevo (+ otro más para barnizar después)
  • 100 g de azúcar
  • 120 ml de leche tibia
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 7-10 g de levadura seca de panadería granulada
Para el relleno:
  • 250 g de queso feta (como sustituto del queso llanero o queso blanco latino)
  • 1 huevo 
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharadita de semillas de anís
  • Apenas 1/2 cucharadita de canela en polvo
  • Apenas 1/2 cucharadita de nuez moscada en polvo
  • Si fuera necesario: leche


La preparación:

1. Antes que nada ponemos en un vaso la leche tibia y en ella incorporamos la levadura, una cucharadita de azúcar y otra de harina y mezclamos. Lo dejamos reposar durante 15 minutos en un lugar cálido.

2. Mientras tanto, en nuestro banco de trabajo (limpio) disponemos la harina; en el centro hacemos un hueco a modo de volcán y, en ese hueco, disponemos la mantequilla blanda, el huevo, el azúcar, sal y la mezcla de leche y levadura.


3. Mezclamos bien con las manos hasta que quede una masa homogénea y elástica que no se nos pegue a las manos. (También se puede hacer con varillas en un cuenco)


4. Entonces enharinamos un poquito la superficie y amasamos durante unos 15 minutos.

5. Formamos una bola y la dejamos reposar durante 1 hora (hasta que doble su tamaño) en un recipiente cubierto por un trapo y en un lugar cálido (como en Dinamarca hace frío, yo lo dejo en la encimera sobre el horno encendido).


6. Mientras tanto, preparamos el relleno. Rallamos el queso, mezclamos los ingredientes y batimos con un tenedor hasta que quede en una pasta densa. Si es demasiado densa, podemos añadir un poquito de leche y mezclar.


7. Cuando la masa haya doblado su tamaño, la desgasificamos (presionamos con las manos para deshacernos del exceso de aire). Entonces le damos forma de rollo alargado y cortamos en 10-12 trozos.


8. Extendemos una porción de masa con ayuda de un rodillo y nuestras manos. Las demás las mantenemos cubiertas para que no se sequen. Barnizamos los bordes internos con huevo batido y damos 5 pellizcos en los laterales para crear 5 puntas. El huevo será nuestro pegamento.

9. Ahora toca rellenar, sobre papel de horno en una bandeja fría. Si queremos, podemos añadir queso rallado por encima (50 gramos de los 250 totales, por ejemplo). Después barnizamos la masa por fuera.


10. En el horno precalentado a 180º, les damos 20 minutos, hasta que estén doraditas.


¡Buen provecho!

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Bergua*




lunes, 14 de mayo de 2018

Pipirrana


La tradición de comer esta ensalada en mi familia se la trajo mi abuelo de Granada, después de estudiar allí la carrera. Además de pipirrana,​ también se conoce como "pimpirrana" o "piriñaca". Recuerda mucho a la ensalada clásica marroquí.

Tradicionalmente lleva solo pimiento verde, pero en mi familia gusta más el rojo, así que lo mezclamos. En cuanto al aliño, lo típico es aceite de oliva y sal, a veces con un toque de comino en polvo. También se le puede echar un chorrito de limón y/o vinagre, según la zona. Lo que no cambia nunca, es que las verduras se presentan cortadas en daditos, y lo que no puede faltar es el plan para mojar.
En verano es común echarle cubitos de hielo, que la conservan fría y además la hacen más caldosa.


  • 2 tomates grandes y maduros (ingrediente principal)
  • 1/2 de pimiento morrón rojo
  • 1/2 de pimiento morrón verde
  • 1 pepino español o 1/2 holandés
  • 1/2 cebolla (tierna, a poder ser)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Opcional: vinagre, limón, comino en polvo, cubitos de hielo.


La preparación:

1. Se cortan la cebolla, el pimiento y el tomate en daditos.




2. En cuanto al pepino, pero si es español (de piel gruesa y rugosa), lo pelamos parcial o totalmente. Después lo cortamos en daditos también.

3. Mezclamos todas las verduras y aliñamos al gusto con aceite, sal, vinagre o limón y, si queremos, una pizca de comino en polvo. Como decía, en verano en mi casa le ponemos cubitos de hielo para que se mantenga más fría.



¡Buen provecho!

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Bergua*